
A
pesar de tener el yogui en casa, hasta
1994 no entré en contacto con la práctica formal. Por aquella época mi pareja
se había apuntado a clases de yoga en una de las dos escuelas que había en
Palma, el centro Satyananda. Recuerdo que él no paraba de hablarme de lo bien
que le sentaban las clases. Finalmente
me convenció para que yo me apuntara también. Íbamos cada día a la clase de las
20,30h cuando ya habíamos concluido todas las faenas. Aquella época duró unos 3 o 4 años, hasta que
el centro se desvaneció.
Durante
los años posteriores continué de manera autodidacta y recibiendo también
variadas formaciones, algunas
relacionadas con el método vinyasa y otras, más dentro de la línea del yoga clásico, a cargo de la AEPY.
Fue en
el año 2005 cuando conocí el método de enseñanza yoga dinámico. Por aquellas fechas mi pareja y yo asistimos
a un seminario que impartía Godfrey
Devereux en Málaga y que había
organizado José Luis Cabezas. Fue en
este curso cuando los pilares que sostenían la rígida versión del yoga, con la que había convivido desde el
comienzo, se derrumbaron y se hicieron añicos.
Y lo agradezco profundamente, ya
que este evento dio paso a una nueva visión del yoga como método de auto
indagación, convirtiéndose, de repente,
en una práctica mucho más profunda, respetuosa, terapéutica y transformadora de
lo que había sido jamás.
Quedé
impactada por la claridad, simplicidad y efectividad del método de enseñanza,
por lo que no dudé ni por un momento en empezar a formarme en el método.
Así, desde aquel mismo año, empecé a asistir a más talleres con Godfrey
Devereux y organizando cursos en Palma con José Luis Cabezas.
En
2006 fui inciada en Kriya Yoga directamente por el maestro Shibendu Lahiri,
nieto del famoso Lahiri Mahasaya y en los diferentes niveles de Reiki.
En
2007 se organizó la primera formación en España del método de enseñanza yoga
dinámico impartido directamente por
Godfrey Devereux. Fue un año intenso de
viajes a Madrid. Y así, casi sin darme
cuenta, las 500h de formación concluyeron en
2008 obteniendo el título de Profesora.
A lo
largo de estos años de estudio y práctica de yoga también me sumergí en la
meditación budista. Fueron también unos
años apasionantes y de un valor
incalculable. Mi pareja y yo tuvimos la
fortuna de organizar charlas y retiros para Kelsang Tharpa, un monje budista de
la tradición Kadampa que aterrizaba en Palma cada 15 días. Entre los años 1997 y 2000 organizamos
multitud de eventos con él. Finalmente,
tras estos años de estudio, el grupo más
asiduo y comprometido, asentó las bases
para crear lo que en la actualidad es el Centro de Meditación Kadampa Potala.
Una de
mis pasiones es enseñar. Disfruto viendo como mis alumnos mejoran no solo a
nivel físico sino también a nivel conciencial.
Yoga dinámico es una experiencia fabulosa porque te da las herramientas
para entender el funcionamiento del cuerpo y de la mente de una manera fácil,
inclusiva, sin conceptos, directamente desde el sentir.
Actualmente
imparto las clases presenciales y dirijo Nirodha a tiempo completo.
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